La información provista en esta ficha proviene de datos ofrecidos por el Estado nacional a los organismos internacionales, donde son recopilados con metodologías comunes. Esto permite la comparación entre países, pero puede ocasionar rezagos en el acceso a información así como diferencias con datos organizados con metodologías diferentes. Para más detalles, revisar la sección de Metodología del Sistema de Monitoreo del Financiamiento del Derecho Humano a la Educación en América Latina y Caribe. El texto completo del análisis de los indicadores de Guatemala está disponible acá.

Dimensión de esfuerzo financiero público

Guatemala presenta datos para evaluar la dimensión del esfuerzo financiero del Estado desde 2006 en adelante, solamente omitiendo el año 2009. Esto es válido para ambos indicadores de la dimensión.

Respecto del indicador que relaciona el financiamiento educativo respecto del PIB, se visualiza un leve incremento entre 2006 (3.03%) y 2008 (3.24%). Posterior a ello, se observa una caída, que deja el indicador oscilando en torno a 2.95% del PIB entre 2010 y 2017. Desde entonces se produce un leve aumento que lleva a alcanzar el valor de 3.3% en 2020. Se trata de una inversión muy alejada de la meta del 6%, cercana a la mitad del esfuerzo esperado.

Respecto del indicador que relaciona la inversión educativa respecto del gasto público total, hay un comportamiento similar aunque con mejores resultados. Entre 2006 y 2008 el indicador presenta un aumento (de 20.34% a 23.35%), tras lo cual cae a 19.3% en 2010. De allí aumenta hasta un valor máximo de 24.09% en 2015, mostrando luego un leve descenso. Culmina en 2020 con un 21.14% del gasto público total destinado a educación. En todos los años con datos disponibles, sólo en 2010 cayó por debajo de la meta del 20%. De la lectura combinada con el anterior indicador, se entiende que Guatemala tiene un bajo gasto público respecto de su PIB, pero dentro de éste la educación tiene un lugar destacado.

Uno de los grandes problemas que ha enfrentado la educación, como otros sectores, es que el presupuesto de ingresos y gastos de la nación ha quedado estancado desde el año 2018. El Congreso de la República, por diversas razones, no ha cumplido con su deber constitucional de asignar nuevos y mayores recursos a la educación, dejando al sistema educativo con partidas atrasadas, lo cual se refleja en un sesgo contrario al cumplimiento de las metas para el 2030. En el caso de la educación Inicial o Atención en Primera infancia, por ejemplo, la inversión no alcanza a cubrir el 60% de la cobertura educativa.

Guatemala no presentó datos sobre inversión en educación de personas jóvenes y adultas en GRALE V (2022). Resulta de la mayor relevancia contar con estos datos de forma completa y por fuentes oficiales para futuras actualizaciones.

El Esfuerzo Financiero Público en educación se mide a través de dos indicadores:  a) comparación del gasto público en educación con el Producto Interno Bruto (PIB) de cada país; y b) comparación del gasto público en educación con el presupuesto total de cada país.

El primer indicador (gasto público en educación/PIB) estima la prioridad macroeconómica que tiene el Derecho Humano a la Educación en cada país, evaluando qué proporción de los recursos disponibles se está destinando a financiarlo frente a otros compromisos sociales. El valor de referencia adoptado es el 6% del PIB, establecido en el Marco de Acción para la Educación 2030 y ratificado por los Estados de América Latina y el Caribe en la Reunión Regional de Ministras/os de Educación de la región (Carta de Lima, 2014).

El segundo indicador (gasto público en educación/presupuesto público total) mide la prioridad política dada a la educación, al comparar los recursos destinados a garantizar ese derecho con el total de recursos empleados para cumplir todas las obligaciones del Estado. Respecto a este indicador, los Estados de la región acordaron, en dicha Reunión Ministerial de Lima, el compromiso en invertir en educación el 20% del presupuesto público total, valor que se toma como referencia.

En la última actualización de este Sistema de Monitoreo (2022), los datos de esos dos indicadores se obtuvieron de la base de datos del Instituto de Estadísticas de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UIS/UNESCO). En el caso de Cuba, el dato de gasto público total se tomó de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información de la República de Cuba (ONEI).

En 2022, por primera vez, se ha incluido en esta dimensión una variable asociada a la Educación de Personas Jóvenes y Adultas (EPJA). El instrumento que se utiliza para este indicador es la pregunta sobre porcentaje del gasto público en educación que se destina a la EPJA (gasto público en EPJA/gasto público total en educación), disponible en el Informe Mundial sobre el Aprendizaje y la Educación de Adultos  V (GRALE V, según sus siglas en inglés), publicado en el 2022. En este caso no se adoptan valores de referencia, ya que no hay acuerdos internacionales sobre el tema. Asimismo, no todos los Estados disponibilizan dicha información en las bases de datos internacionales.

ALC: Gasto público en educación como % del PIB

Gasto público en educación como % del PIB (por país)

  • Gasto público en educación

  • /

  • PIB

Fuente: Instituto de Estadísticas de UNESCO (UIS).

Fecha de consulta: 3 de marzo de 2022.

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Datos en millones de dólares a precios corrientes. Fuente: Cálculo cruzado entre Estadísticas sobre Educación e Indicadores de Desarrollo Mundial – Banco Mundial.

Fecha de consulta: 3 de marzo de 2022.

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Datos en millones de dólares a precios corrientes. Fuente: Banco Mundial – Indicadores de Desarrollo Mundial.

Fecha de consulta: 3 de marzo de 2022.

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ALC: Gasto público en educación como % del Gasto Total

Gasto público en educación como % del Gasto Total (por país)

  • Gasto público en educación

  • /

  • Gasto público total

Fuente: Instituto de Estadísticas de UNESCO (UIS).

Fecha de consulta: 4 de marzo de 2022.

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Datos en millones de dólares a precios corrientes. Fuente: Cálculo cruzado entre Estadísticas sobre Educación e Indicadores de Desarrollo Mundial – Banco Mundial.

Fecha de consulta: 3 de marzo de 2022.

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Fuente: Cálculo propio en función de las variables «Gasto público en educación como % del Gasto Total» y «Gasto público en educación».

Fecha de consulta: 4 de marzo de 2022.

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ALC: gasto público en EPJA como % del gasto total en educación

Gasto público en EPJA como % del gasto total en educación (por país)

  • Gasto público total en EPJA (por país)

  • /

  • Gasto público en educación

No hay datos suficientes para exibir

No hay datos suficientes para exibir

Datos en millones de dólares a precios corrientes. Fuente: Cálculo cruzado entre Estadísticas sobre Educación e Indicadores de Desarrollo Mundial – Banco Mundial.

Fecha de consulta: 3 de marzo de 2022.

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Dimensión de disponibilidad de recursos

Guatemala presenta datos completos entre 2000 y 2019 para evaluar la dimensión de disponibilidad de recursos – con excepción de los años 2003 y 2009. Los primeros tres años con datos se mantuvo oscilando en torno a los 300 dólares por persona en edad escolar, cayendo en 2004 y mostrando una recuperación paulatina de allí a 2008 – cuando alcanzó los 544 dólares. Tras una caída en 2010 a 473 dólares, se presenta una tendencia ascendente que llega a 2019 con una inversión de 666 dólares por persona en edad escolar. A pesar de ser una noticia prometedora, se trata de valores muy bajos, que representan alrededor del 8% del valor de referencia de los países más pobres de la OCDE.

Por otro lado, con relación a la educación de nivel básico, al comparar los datos estadísticos de la educación de jóvenes que asisten en el nivel básico en el año 2020, se puede inferir que ese nivel educativo paulatinamente va quedando en manos del sector privado. De los 763,561 estudiantes inscritos, 326,311 asisten a la educación pública y 284,305 a la privada; quedando también 8,232 estudiantes atendidos en el nivel municipal y 144,163 por cooperativas. Esta misma situación se presenta en el nivel de educación diversificada, en la que, de los 414,294 inscritos, 93 389 estudiantes van a instituciones públicas, 291,412 a privadas, 6,335 a municipales y 23,158 a cooperativas. La falta de gratuidad de la educación constituye un elemento excluyente y violador del derecho humano a la educación, pues al no poder pagar para acceder a la educación, muchos educandos abandonan el sistema educativo. El gobierno de Guatemala debe realizar un mayor esfuerzo en estos dos niveles educativos para “Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos” y sus metas correspondientes.

Guatemala no presentó datos sobre inversión en educación de personas jóvenes y adultas en GRALE, lo que impide calcular la disponibilidad de recursos. Resulta de la mayor relevancia contar con estos datos de forma completa y por fuentes oficiales para futuras actualizaciones.

La dimensión de la Disponibilidad de Recursos se centra en observar los recursos públicos disponibles para cada persona en edad escolar. Es una medida per cápita del presupuesto educativo disponible, teniendo en cuenta no solamente a quienes se encuentran en la escuela, sino también a aquellas personas que aún no han sido incorporadas al sistema educativo.

Las informaciones de esta dimensión se presentan en dólares PPP a precios constantes de 2017, y resultan de un cálculo cruzado entre el Gasto en Educación calculado a partir del PIB (Banco Mundial – Indicadores de Desarrollo Mundial) y la distribución porcentual del gasto educativo por los niveles preprimaria, primaria y secundaria, según datos del Instituto de Estadísticas de UNESCO, y dividiéndose posteriormente este valor por la población en edad escolar, según datos también del UIS/UNESCO.

El valor considerado como referencia para este indicador en América Latina y Caribe es de US$ 7,469.63, tomado como el promedio de este indicador para la mitad de los países de menores ingresos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en el año 2018 (medición en dólares PPP constantes).

En la actualización de 2022 se incorporó un indicador sobre EPJA a la dimensión de Disponibilidad de Recursos. Para ello, se tomó específicamente el cálculo del Esfuerzo Financiero en EPJA – obtenido en la dimensión Esfuerzo Financiero Público –, valorizada en dólares y dividida entre la población joven y adulta que efectivamente asistió al sistema educativo formal de educación básica. Este indicador puede interpretarse como la inversión del Estado en educación por persona adulta que se educó en el último año en el sistema formal obligatorio. Vale resaltar que, si bien esta aproximación sobreestima la inversión pública por persona – porque contabiliza la inversión en EPJA en todas sus formas y la divide solo por la parte vinculada a la educación formal –, ella ofrece una estimación puntual de utilidad. Tal como ocurrió con la dimensión de esfuerzo financiero, aquí los datos escasean, debido a la baja tasa de respuesta de los países al Informe GRALE.

ALC: Disponibilidad de recursos por persona en edad escolar

Disponibilidad de recursos por persona en edad escolar (por país)

  • Gasto público anual en pre-primaria, primaria y secundaria

  • /

  • Población en edad escolar (pre-primaria, primaria y secundaria)

Datos en dólares PPP a precios constantes de 2017. Fuente: Cálculo propio en función de los datos de «Gasto público anual en pre-primaria, primaria y secundaria» y «Población en edad escolar (pre-primaria, primaria y secundaria)».

Fecha de consulta: 10 de marzo de 2022.

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Datos en millones de dólares PPP a precios constantes de 2017. Fuente: Instituto de Estadísticas de UNESCO.

Fecha de consulta: 10 de marzo de 2022.

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Fuente: Instituto de Estadísticas de UNESCO.

Fecha de consulta: 10 de marzo de 2022.

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ALC: Gasto público en EPJA por persona adulta en el sistema educativo formal

  • Gasto total en EPJA

  • /

  • Población joven y adulta que asiste a la educación formal

Dimensión de equidad en el acceso escolar

El país presenta datos sólo en tres años de todo el período estudiado en relación a la dimensión de equidad por ingresos en el acceso escolar a la educación secundaria. En 2000 la brecha entre los quintiles más pobres y más ricos era de casi 30%, valor que se incrementa levemente en 2006 y se reduce a 28% en 2014. Se trata de una diferencia de acceso muy elevada, expresiva de altos niveles de desigualdad de oportunidades. Sólo el 36.3% del quintil 1 (más pobre) accedía a la escuela en 2000, y esto se expandió a 46.8% en una década y media, manteniéndose en valores muy bajos, incluso en la comparación regional. El quintil 5 (más rico) incrementó su acceso en la misma medida, alcanzando al 74.1% de la población más rica en 2014.

Respecto a la equidad por ingresos en la EPJA, Guatemala no muestra datos suficientes como para realizar un análisis.

De la misma forma, sólo hay tres datos respecto a la equidad de género en el acceso escolar. Esta es una limitación muy grande para sacar alguna conclusión, pero se puede decir que es de los países latinoamericanos con peor desempeño en esta dimensión. Para el año 2014 (último año disponible) la cantidad de niñas para cada 100 niños en la escuela secundaria era de 88,9.

El acceso a la educación debe ser igual para todas las personas, independientemente de su clase social o nivel de ingresos. La dimensión Equidad en el Acceso Escolar mide, a cada año, los niveles de desigualdad en la asistencia escolar de las y los estudiantes a partir de tres indicadores.

El primer indicador mide la Desigualdad de Asistencia Escolar entre quintiles, es decir, entre niños, niñas, asdolescentes y jóvenes de 13 a 19 años de la quinta parte más rica (quintil 5) y la quinta parte con menos ingresos (quintil 1) de la población en cada país. La información de asistencia escolar por rango de edad, zona y quintiles de ingreso se obtuvo de la base de datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Para este indicador, se consideró al total de la población, y no sólo a la población urbana, pues si lo que se está queriendo medir es inequidad, no considerar a la población rural (que, en general, se encuentra en una situación más vulnerable que la población urbana) sería subestimar el problema. Como dato de referencia se asume una brecha cero, es decir, se espera que no haya diferencia entre las tasas de asistencia escolar entre estudiantes con distintos niveles de ingreso.

En el año 2022 se incoporaron por primera vez al sistema de monitoreo de CLADE dos nuevos indicadores: Desigualdad en asistencia escolar de personas jóvenes y adultas y Desigualdad de género en asistencia escolar. El primer indicador compara la asistencia escolar del quintil más rico (quintil 5) en relación al quintil más pobre (quintil 1), teniendo en cuenta a las personas jóvenes y adultas de 19 a 24 años. La base de datos utilizada para calcular el indicador es la misma de la CEPAL que se ha mencionado y el dato de referencia también es una brecha cero. Finalmente el indicador de equidad de género mide a la cantidad de mujeres por cada 100 varones entre 13 y 19 años que se encontraba asistiendo a clases en algún establecimiento de enseñanza formal. Según los estándares internacionales se considera que la asistencia escolar es equitativa en términos de género cuando la cantidad de niñas y adolescentes mujeres por cada 100 niños y adolescentes varones está entre 97 y 103 (UNICEF, 2020).

ALC: Desigualdad en asistencia escolar entre quintiles

Desigualdad en asistencia escolar entre quintiles (por país)

La primera columna (quintil 5) se refiere a la quinta parte más rica de la población analizada, y la segunda (quintil 1) corresponde al 20% con menos ingresos de la población analizada.

Fuente: CEPAL. Fecha de consulta: 15 de marzo de 2022.

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ALC: Desigualdad en asistencia escolar de personas jóvenes y adultas entre quintiles

Desigualdad en asistencia escolar de personas jóvenes y adultas entre quintiles (por país)

Porcentaje de población entre 19 y 24 años que asiste a la escuela, según quintil de ingresos (quintil 5 más rico, y quintil 1 más pobre).

Fuente: CEPAL. Fecha de consulta: 4 de septiembre de 2022.

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ALC: Desigualdad de género en el acceso escolar

Desigualdad de género en la asistencia escolar (por país)

Se refiere a la cantidad de mujeres por cada 100 varones entre 13 y 19 años que se encontraba asistiendo a clases en algún establecimiento de enseñanza formal. Fuente: Construcción propia en base a CEPAL. Fecha de consulta: 18 de marzo de 2022.

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