La información provista en esta ficha proviene de datos ofrecidos por el Estado nacional a los organismos internacionales, donde son recopilados con metodologías comunes. Esto permite la comparación entre países, pero puede ocasionar rezagos en el acceso a información así como diferencias con datos organizados con metodologías diferentes. Para más detalles, revisar la sección de Metodología del Sistema de Monitoreo del Financiamiento del Derecho Humano a la Educación en América Latina y Caribe. El texto completo del análisis de los indicadores de Panamá está disponible acá.

Dimensión de esfuerzo financiero público

Aunque falta alrededor de un tercio de los datos del período, la información existente permite analizar las tendencias de Panamá en materia de financiamiento educativo en relación a su peso en el PIB. Durante el período, el valor máximo se alcanzó en 2000 con 4.76% del PIB, una década y media antes de la firma de los compromisos acordados por los gobiernos de ALC. De esos valores iniciales, se produce una baja tendencial hasta 2015: se retrajo un punto hasta 3.58% en 2004, se mantuvo en 3.5% en 2008 – siguiente año con datos -, 3.16% en 2011 – siguiente año con datos -, una leve alza a 3.4% en 2013 – siguiente año con datos – y finalmente 2.84% en 2015. Ese año la tendencia se detiene, para crecer en 2019 a 3.13%. Este valor es apenas la mitad de la meta establecida del 6%. Durante todo el período analizado el PIB de Panamá se expandió, de modo que la retracción del indicador se debe a un esfuerzo insuficiente de financiamiento en educación por parte del Estado.

En relación a la proporción que ocupa este destino como parte del gasto público, la serie de datos disponibles es equivalente a la del anterior indicador. En sintonía, se puede encontrar un comportamiento similar, que parte del máximo valor alcanzado en 2000 (19.83%), el año de mayor cercanía con la meta del 20% establecida años más tarde. El descenso es sostenido hasta 2004 (14.57%), se mantiene estable con una leve alza en el siguiente año con datos disponibles (2008, con 14.89%), vuelve a caer en el siguiente año con datos, 2011, cuando llega a 13.02%, y continúa su descenso hasta 2016, con el piso de 7.47%. Después de alcanzar este bajo valor, el indicador muestra una recuperación lenta pero sistemática, que hace que se llegue a 11.97% del gasto público total en 2021. Este valor está muy lejos – apenas supera la mitad – de la meta del 20%.

Panamá no presentó datos sobre inversión en educación de personas jóvenes y adultas en GRALE V (2022). Resulta de la mayor relevancia contar con estos datos de forma completa y por fuentes oficiales para futuras actualizaciones.

El Esfuerzo Financiero Público en educación se mide a través de dos indicadores:  a) comparación del gasto público en educación con el Producto Interno Bruto (PIB) de cada país; y b) comparación del gasto público en educación con el presupuesto total de cada país.

El primer indicador (gasto público en educación/PIB) estima la prioridad macroeconómica que tiene el Derecho Humano a la Educación en cada país, evaluando qué proporción de los recursos disponibles se está destinando a financiarlo frente a otros compromisos sociales. El valor de referencia adoptado es el 6% del PIB, establecido en el Marco de Acción para la Educación 2030 y ratificado por los Estados de América Latina y el Caribe en la Reunión Regional de Ministras/os de Educación de la región (Carta de Lima, 2014).

El segundo indicador (gasto público en educación/presupuesto público total) mide la prioridad política dada a la educación, al comparar los recursos destinados a garantizar ese derecho con el total de recursos empleados para cumplir todas las obligaciones del Estado. Respecto a este indicador, los Estados de la región acordaron, en dicha Reunión Ministerial de Lima, el compromiso en invertir en educación el 20% del presupuesto público total, valor que se toma como referencia.

En la última actualización de este Sistema de Monitoreo (2022), los datos de esos dos indicadores se obtuvieron de la base de datos del Instituto de Estadísticas de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UIS/UNESCO). En el caso de Cuba, el dato de gasto público total se tomó de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información de la República de Cuba (ONEI).

En 2022, por primera vez, se ha incluido en esta dimensión una variable asociada a la Educación de Personas Jóvenes y Adultas (EPJA). El instrumento que se utiliza para este indicador es la pregunta sobre porcentaje del gasto público en educación que se destina a la EPJA (gasto público en EPJA/gasto público total en educación), disponible en el Informe Mundial sobre el Aprendizaje y la Educación de Adultos  V (GRALE V, según sus siglas en inglés), publicado en el 2022. En este caso no se adoptan valores de referencia, ya que no hay acuerdos internacionales sobre el tema. Asimismo, no todos los Estados disponibilizan dicha información en las bases de datos internacionales.

ALC: Gasto público en educación como % del PIB

Gasto público en educación como % del PIB (por país)

  • Gasto público en educación

  • /

  • PIB

Fuente: Instituto de Estadísticas de UNESCO (UIS).

Fecha de consulta: 3 de marzo de 2022.

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Datos en millones de dólares a precios corrientes. Fuente: Cálculo cruzado entre Estadísticas sobre Educación e Indicadores de Desarrollo Mundial – Banco Mundial.

Fecha de consulta: 3 de marzo de 2022.

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Datos en millones de dólares a precios corrientes. Fuente: Banco Mundial – Indicadores de Desarrollo Mundial.

Fecha de consulta: 3 de marzo de 2022.

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ALC: Gasto público en educación como % del Gasto Total

Gasto público en educación como % del Gasto Total (por país)

  • Gasto público en educación

  • /

  • Gasto público total

Fuente: Instituto de Estadísticas de UNESCO (UIS).

Fecha de consulta: 4 de mayo de 2022.

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Datos en millones de dólares a precios corrientes. Fuente: Cálculo cruzado entre Estadísticas sobre Educación e Indicadores de Desarrollo Mundial – Banco Mundial.

Fecha de consulta: 3 de marzo de 2022.

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Fuente: Cálculo propio en función de las variables «Gasto público en educación como % del Gasto Total» y «Gasto público en educación».

Fecha de consulta: 4 de mayo de 2022.

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ALC: gasto público en EPJA como % del gasto total en educación

Gasto público en EPJA como % del gasto total en educación (por país)

  • Gasto público total en EPJA (por país)

  • /

  • Gasto público en educación

No hay datos suficientes para exibir

No hay datos suficientes para exibir

Datos en millones de dólares a precios corrientes. Fuente: Cálculo cruzado entre Estadísticas sobre Educación e Indicadores de Desarrollo Mundial – Banco Mundial.

Fecha de consulta: 3 de marzo de 2022.

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Dimensión de disponibilidad de recursos

Panamá muestra datos muy deficientes para poder analizar la dimensión de disponibilidad de recursos por persona en edad escolar. Solo se presenta información para el período 1999 a 2002, y los años 2004, 2007 y 2011. Esto no permite evaluar la trayectoria del indicador, ni hacer un análisis que contemple la situación en tiempos recientes. A pesar de ello, se puede mencionar que la inversión educativa por persona en edad escolar descendió de su valor inicial de 1,691.44 dólares en 1999 a 1,389.24 dólares en 2002, cayó algo más en 2004, llegando al valor mínimo de 1,320.2 dólares. En 2007 se incrementa este valor, llegando a 2,013.46 dólares, valor máximo disponible de la serie. En 2011, se presenta una nueva caída a 1,418.82 dólares. Se trata de valores de referencia muy bajos en relación a los parámetros de la OCDE, apenas un 27% en su mejor momento.

Panamá no presentó datos sobre inversión en educación de personas jóvenes y adultas en GRALE, lo que impide calcular la disponibilidad de recursos. Resulta de la mayor relevancia contar con estos datos de forma completa y por fuentes oficiales para futuras actualizaciones.

La dimensión de la Disponibilidad de Recursos se centra en observar los recursos públicos disponibles para cada persona en edad escolar. Es una medida per cápita del presupuesto educativo disponible, teniendo en cuenta no solamente a quienes se encuentran en la escuela, sino también a aquellas personas que aún no han sido incorporadas al sistema educativo.

Las informaciones de esta dimensión se presentan en dólares PPP a precios constantes de 2017, y resultan de un cálculo cruzado entre el Gasto en Educación calculado a partir del PIB (Banco Mundial – Indicadores de Desarrollo Mundial) y la distribución porcentual del gasto educativo por los niveles preprimaria, primaria y secundaria, según datos del Instituto de Estadísticas de UNESCO, y dividiéndose posteriormente este valor por la población en edad escolar, según datos también del UIS/UNESCO.

El valor considerado como referencia para este indicador en América Latina y Caribe es de US$ 7,469.63, tomado como el promedio de este indicador para la mitad de los países de menores ingresos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en el año 2018 (medición en dólares PPP constantes).

En la actualización de 2022 se incorporó un indicador sobre EPJA a la dimensión de Disponibilidad de Recursos. Para ello, se tomó específicamente el cálculo del Esfuerzo Financiero en EPJA – obtenido en la dimensión Esfuerzo Financiero Público –, valorizada en dólares y dividida entre la población joven y adulta que efectivamente asistió al sistema educativo formal de educación básica. Este indicador puede interpretarse como la inversión del Estado en educación por persona adulta que se educó en el último año en el sistema formal obligatorio. Vale resaltar que, si bien esta aproximación sobreestima la inversión pública por persona – porque contabiliza la inversión en EPJA en todas sus formas y la divide solo por la parte vinculada a la educación formal –, ella ofrece una estimación puntual de utilidad. Tal como ocurrió con la dimensión de esfuerzo financiero, aquí los datos escasean, debido a la baja tasa de respuesta de los países al Informe GRALE.

ALC: Disponibilidad de recursos por persona en edad escolar

Disponibilidad de recursos por persona en edad escolar (por país)

  • Gasto público anual en pre-primaria, primaria y secundaria

  • /

  • Población en edad escolar (pre-primaria, primaria y secundaria)

Datos en dólares PPP a precios constantes de 2017. Fuente: Cálculo propio en función de los datos de «Gasto público anual en pre-primaria, primaria y secundaria» y «Población en edad escolar (pre-primaria, primaria y secundaria)».

Fecha de consulta: 10 de marzo de 2022.

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Datos en millones de dólares PPP a precios constantes de 2017. Fuente: Instituto de Estadísticas de UNESCO.

Fecha de consulta: 10 de marzo de 2022.

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Fuente: Instituto de Estadísticas de UNESCO.

Fecha de consulta: 10 de marzo de 2022.

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ALC: Gasto público en EPJA por persona adulta en el sistema educativo formal

  • Gasto total en EPJA

  • /

  • Población joven y adulta que asiste a la educación formal

Dimensión de equidad en el acceso escolar

Los datos sobre la equidad por ingreso en el acceso a la educación secundaria presentado por Panamá tienen buena continuidad, considerando que entre 2000 y 2019 solo faltan los años 2010 y 2012. Esto permite evaluar la trayectoria del país en esta materia, que ofrece una visión más bien preocupante de los esfuerzos destinados a mejorar el indicador en cuestión. Entre 2000 y 2001, la brecha de acceso se incrementa, alcanzando un valor máximo de 38.2%. Esto ocurrió por un leve aumento en el acceso del quintil 5 (más rico) y una significativa reducción del quintil 1 (más pobre), que llegó a su valor más bajo en toda la serie (49.4%). A partir de ese año, el acceso del quintil 1 mejoró, aumentando un promedio de 1.8% cada año hasta 2013, llegando a cubrir el acceso del 71% de la población más pobre. Desde ese año y hasta 2019 se presentan oscilaciones en torno a ese nivel, habiendo alcanzado su máximo valor en 2017 (74%). El quintil más rico muestra oscilaciones en el acceso, que van de un piso de 84.9% (2002) y un techo de 95.1% (2017) a lo largo de todo el período. La brecha entre quintiles tuvo su mínimo en 2016 con una diferencia de 15%. Se trata de un guarismo muy elevado, que además se incrementó desde ese año hasta 2019, cuando alcanzó el 21.3%.

Respecto a la equidad por ingresos en la EPJA, Panamá muestra una brecha de 33% puntos entre quintiles en 2019, una vez y media la brecha de personas en edad escolar del mismo país, levemente por encima del promedio regional. El 51.1% de las personas de 19 a 24 años del quintil más rico asistían a instituciones educativas –valor levemente menor que la media regional-, mientras que sólo el 18.1% de las personas del quintil más pobre lo hacían –por debajo de la media regional.

Con respecto a la equidad de género en el acceso escolar, en Panamá ha disminuido el indicador de esta dimensión en un 0,3%. Sin embargo, su situación sigue siendo muy buena. Para el año 2019, asistían a la escuela 101,8 niñas y adolescentes mujeres por cada 100 niños.

El acceso a la educación debe ser igual para todas las personas, independientemente de su clase social o nivel de ingresos. La dimensión Equidad en el Acceso Escolar mide, a cada año, los niveles de desigualdad en la asistencia escolar de las y los estudiantes a partir de tres indicadores.

El primer indicador mide la Desigualdad de Asistencia Escolar entre quintiles, es decir, entre niños, niñas, asdolescentes y jóvenes de 13 a 19 años de la quinta parte más rica (quintil 5) y la quinta parte con menos ingresos (quintil 1) de la población en cada país. La información de asistencia escolar por rango de edad, zona y quintiles de ingreso se obtuvo de la base de datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Para este indicador, se consideró al total de la población, y no sólo a la población urbana, pues si lo que se está queriendo medir es inequidad, no considerar a la población rural (que, en general, se encuentra en una situación más vulnerable que la población urbana) sería subestimar el problema. Como dato de referencia se asume una brecha cero, es decir, se espera que no haya diferencia entre las tasas de asistencia escolar entre estudiantes con distintos niveles de ingreso.

En el año 2022 se incoporaron por primera vez al sistema de monitoreo de CLADE dos nuevos indicadores: Desigualdad en asistencia escolar de personas jóvenes y adultas y Desigualdad de género en asistencia escolar. El primer indicador compara la asistencia escolar del quintil más rico (quintil 5) en relación al quintil más pobre (quintil 1), teniendo en cuenta a las personas jóvenes y adultas de 19 a 24 años. La base de datos utilizada para calcular el indicador es la misma de la CEPAL que se ha mencionado y el dato de referencia también es una brecha cero. Finalmente el indicador de equidad de género mide a la cantidad de mujeres por cada 100 varones entre 13 y 19 años que se encontraba asistiendo a clases en algún establecimiento de enseñanza formal. Según los estándares internacionales se considera que la asistencia escolar es equitativa en términos de género cuando la cantidad de niñas y adolescentes mujeres por cada 100 niños y adolescentes varones está entre 97 y 103 (UNICEF, 2020).

ALC: Desigualdad en asistencia escolar entre quintiles

Desigualdad en asistencia escolar entre quintiles (por país)

La primera columna (quintil 5) se refiere a la quinta parte más rica de la población analizada, y la segunda (quintil 1) corresponde al 20% con menos ingresos de la población analizada.

Fuente: CEPAL. Fecha de consulta: 15 de marzo de 2022.

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ALC: Desigualdad en asistencia escolar de personas jóvenes y adultas entre quintiles

Desigualdad en asistencia escolar de personas jóvenes y adultas entre quintiles (por país)

Porcentaje de población entre 19 y 24 años que asiste a la escuela, según quintil de ingresos (quintil 5 más rico, y quintil 1 más pobre).

Fuente: CEPAL. Fecha de consulta: 4 de septiembre de 2022.

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ALC: Desigualdad de género en el acceso escolar

Desigualdad de género en la asistencia escolar (por país)

Se refiere a la cantidad de mujeres por cada 100 varones entre 13 y 19 años que se encontraba asistiendo a clases en algún establecimiento de enseñanza formal. Fuente: Construcción propia en base a CEPAL. Fecha de consulta: 18 de marzo de 2022.

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Comentarios generales

Cumplir con el 6% del PIB para tener escuelas dignas y educación de calidad

Por Alianza Pueblo Unido por la Vida, Anadepo y Bastión de lucha del Oriente Chiricano Comarca Ngäbe Buglé y campesino.

La educación es un derecho humano fundamental y no un bien de consumo, los Estados de derecho deben garantizar su universalización, gratuidad, equidad, calidad y exenta de cualquier tipo de discriminación. A pesar de ello, este tema sigue siendo una deuda social pendiente, debido a que Panamá lleva casi más de quince años ininterrumpidos de crecimiento económico por encima del 5% en su PIB. Sigue siendo vergonzosamente uno de los países más desiguales de América Latina y el mundo. Esta desigualdad social y económica, producto de las políticas neoliberales, también se expresa en un sistema educativo precario y desigual, que no atiende las demandas de los sectores que viven en la pobreza y en la pobreza extrema, concentrados principalmente en los cinturones de miseria de las áreas urbanas, las áreas rurales y las comarcas indígenas, que son víctimas de un sistema educativo excluyente y de profunda inequidad socioeconómica.

La paradoja de este sistema se refleja en los compromisos adquiridos con la UNESCO, donde los Estados miembros se comprometen a invertir el mínimo del 6% del PIB en educación. En cumplimiento con esta obligación, el Estado panameño aprobó la Ley 34 de 1995, que fue la primera reforma significativa de la ley 47 Orgánica de Educación de 1946, sobre la descentralización del sistema educativo que incluía entre otras cosas: la gratuidad y obligatoriedad de 11 grados (Básica General) para los estudiantes de ese nivel; la responsabilidad del Estado panameño en el artículo 266 de la mencionada ley, de aportar al presupuesto del sistema educativo el 6% del PIB y en el caso de los Municipios, el 20% de su presupuesto para financiar la Educación Básica General. En el 2021 la población en edad escolar del país fue de 1 024 103 niños, niñas y adolescentes entre 4 y 17 años, el 23.7% de la población del país. Han transcurrido 27 años y los diversos gobiernos que se han sucedido en el poder no cumplido con este compromiso por el bienestar de la niñez, la adolescencia, la juventud y la sociedad panameña

FUNDAMENTACIÓN JURÍDICA: CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE PANAMÁ, CAPÍTULO 5º – EDUCACIÓN

ARTICULO 95: La educación oficial es gratuita en todos los niveles preuniversitarios. Es obligatorio el primer nivel de enseñanza o educación básica general. La gratuidad implica para el Estado proporcionar al educando todos los útiles necesarios para su aprendizaje mientras completa su educación básica general. La gratuidad de la educación no impide el establecimiento de un derecho de matrícula pagada en los niveles no obligatorios.

LEY 47 ORGÁNICA DE EDUCACIÓN DE 1946.

ARTÍCULO 1: La educación es un derecho y un deber de la persona humana, sin distingo de edad, etnia, sexo, religión, posición económica, social o ideas políticas. Corresponde al Estado el deber de organizar y dirigir el servicio público de la educación, a fin de garantizar la eficiencia y efectividad del sistema educativo nacional, que comprende tanto la educación oficial, impartida por las dependencias oficiales, como la educación particular, impartida por personas o entidades privadas.

ARTÍCULO 8 (3-A): La educación es una inversión social y debe beneficiar a todos los estratos de la sociedad. A tal efecto, para su financiamiento se dispondrá de los recursos suficientes, tanto del sector oficial como del privado.

ARTÍCULO 266 (205): El presupuesto para atender la educación del país responderá a las necesidades y exigencias del sistema educativo, y tendrá prioridad en el presupuesto general del Estado. A partir de la entrada en vigencia de la presente Ley, el Estado establecerá un aumento proporcional y progresivo de los fondos del presupuesto anual del Estado, para cumplir eficientemente con el desarrollo cuantitativo y cualitativo del sistema educativo. Para estos fines, el Estado proporcionará las facilidades técnicas y los recursos para propiciar e impulsar la educación inicial, básica general, media y superior oficial. En el caso del Ministerio de Educación, el presupuesto será calculado en base al costo por alumno en el bienio anterior y la matrícula escolar potencial en el bienio para el cual se calcula el presupuesto. El presupuesto del Ministerio de Educación no será inferior al presupuesto del año anterior, y el gasto público en el sector educativo no será inferior al seis por ciento (6%) del producto interno bruto del año anterior.

DECRETO EJECUTIVO Nº 878 de 27 de septiembre de 2016 en su considerando establece: “Que en función a lo establecido en el ordenamiento jurídico, le corresponde al Estado proporcionar al educando todos los útiles necesarios para su aprendizaje, mientras complete su educación básica general, asegurando que todos los estudiantes reciban educación oportuna y de calidad, por lo que el presupuesto destinado al Ministerio de Educación debe estar encaminado a atender eficientemente todas las necesidades y exigencias del sistema educativo, de conformidad con lo estipulado en los artículos 262 y 266 del Texto Único de la Ley 47 de 1946, Orgánica de Educación”.

Por todo lo anterior, se presenta la siguiente solicitud: cumplir con la ley orgánica de educación y asignar el 6% del PIB. en el presupuesto general del estado a partir del año 2023.

Carencia de los centros escolares:

Escuelas Oficiales Colegios Oficiales
Agua potable 40.2% 32.5%
Suministro de energía eléctrica 36.9% 20.3%
Bibliotecas 87.5% 84.2%
Laboratorios de informática 80.6% 54.0%
Laboratorio de ciencias 94.6% 36.0%
Laboratorio de Biología 84.0%
Laboratorio de Química 81.0%
Laboratorio de Física 85.0%
Gimnasios 97.4% 91.5%
Enfermería 98.8% 82.0%
Comedores escolares 41.0%
Internados 98.8% 99.1%

Fuente: base a datos de Meduca 2016.

▪ En los salones especiales (pre media y media), existen: 52 de mecánica, 24 talleres de artes industriales, 38 salones de educación para el hogar, 30 laboratorios de idiomas.

▪ En los salones especiales (pre media y media), existen: 52 de mecánica, 24 talleres de artes industriales, 38 salones de educación para el hogar, 30 laboratorios de idiomas.

Propuestas para un uso eficiente del 6% del PIB en educación:

➢ Cumplir de manera expedita con el compromiso de entregar el 6% para educación (MEDUCA).

➢ Erradicar las 1200 aulas ranchos que existen en la geografía nacional, por escuelas dignas.

➢ Garantizar el abastecimiento de agua y la dotación de baños dignos.

➢ Finalizar las obras inconclusas y las reparaciones pendientes.

➢ Construcción, reconstrucción y reparación de nuevos centros educativos en MEDUCA y el IPHE, al igual que espacios deportivos debido al crecimiento demográfico y evitar así el hacinamiento escolar.

➢ Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos, estableciendo una política educativa en materia de una verdadera inclusión que responda al derecho humano a la educación para la población en condiciones de discapacidad.

➢ Poner en funcionamiento los comedores escolares, así como los internados en todo el país donde sea necesario.

➢ Equipar los laboratorios de física, química, biología, ciencias naturales, ciencias sociales, idiomas, tecnologías, comercio y turismo. De 108 bachilleratos en Ciencias, 76 no tienen laboratorios.

➢ La construcción de laboratorios de ciencia e informática con internet de banda ancha, al igual que internet satelital para las áreas de difícil acceso.

➢ La renovación de talleres modernos en los IPT y la adquisición urgente de insumos, herramientas y materiales para prácticas de taller.

➢ Eliminar la burocracia del fondo de Equidad y Calidad de la Educación (FECE) para hacer más expedita su utilización, estableciendo una comisión para desburocratizar este proceso.

➢ La creación de un modelo de compra y contratación que sustituya al sistema de Panamá Compra, por ser un sistema de fuga de recursos escolares para compras más caras y de menor calidad. Además, excluir del convenio marco de Panamá la compra a todos los centros educativos y establecer medidas de control sobre el uso de los recursos y la rendición de cuentas.

➢ Descentralizar el sistema educativo, tal como lo establece la ley 50 de 1 de noviembre de 2002 sobre descentralización educativa.

➢ La necesidad de crear una poderosa estructura de investigación sobre los procesos educativos para generar datos confiables, para planificar la política educativa.

➢ El pago de deudas pendientes de muchos años en concepto de nombramientos, sobresueldos, viáticos de difícil acceso, ascenso de categorías y otros.