La información provista en esta ficha proviene de datos ofrecidos por el Estado nacional a los organismos internacionales, donde son recopilados con metodologías comunes. Esto permite la comparación entre países, pero puede ocasionar rezagos en el acceso a información así como diferencias con datos organizados con metodologías diferentes. Para más detalles, revisar la sección de Metodología del Sistema de Monitoreo del Financiamiento del Derecho Humano a la Educación en América Latina y Caribe. El texto completo del análisis de los indicadores de Paraguay está disponible acá.

Dimensión de esfuerzo financiero público

Paraguay ofrece una serie de datos casi completa desde 1998 para analizar su esfuerzo en el financiamiento de la educación. Solo faltan cuatro datos, correspondientes a los años 2005, 2006, 2008 y 2009. Se invertía el 4.2% del PIB en educación en el primer año considerado, valor que tuvo un paulatino descenso desde 2000 hasta 2007, cuando llegó a apenas el 2.74%. Es decir, a inicios del siglo XXI, su esfuerzo financiero se redujo en un tercio. Los datos disponibles indican que, a partir de ese momento, Paraguay incrementa la inversión educativa de forma sostenida hasta 2013, cuando llega al valor máximo del indicador, con 4.81% del PIB. Aunque aún no alcanza el 6% comprometido como meta internacional, se trata de un esfuerzo considerable. De hecho, si Paraguay hubiera sostenido la tasa de incremento que mostraba desde 2010, hubiera alcanzado la meta para 2014. Pero no fue lo que ocurrió. En 2014 el indicador se mantuvo constante, y al año siguiente se desplomó a un 3.34%, es decir, una reducción de un tercio en el esfuerzo financiero. Esta caída se debe a un recorte en el gasto público en educación, en el marco del inicio de un ciclo recesivo del PIB paraguayo. Aunque a partir de entonces ha oscilado en torno a ese nivel, lo cierto es que en los dos últimos años de la serie disponible ha mostrado crecimiento del indicador. En 2019 llega a 3.47% del PIB, lo cual está lejos de la meta del 6% pero también de su propia marca máxima en 2013.

En relación al indicador que relaciona la inversión en educación como proporción del gasto público, la serie de datos disponibles para Paraguay permite tener una visión general del proceso. Faltan datos para el 2016 y en el período 2005-2012 solo hay dos observaciones disponibles. Con todo, es posible trazar algunas tendencias. Paraguay incrementa su inversión educativa entre 1998 y 1999, alcanzando el 21.88% del gasto total, lo cual supera la meta del 20%. Este será el máximo registro en toda la serie de datos. Desde 1999, aunque con cierta oscilación, esta proporción se reduce, hasta el 18.22% de 2004. En ese período se concentran los tres años en que Paraguay superó la meta comprometida. Si bien no cumple la meta en 2004, se encuentra en valores muy cercanos, al igual que se observa en 2007 (19.43%) y 2010 (18.76%). Debe remarcarse que todas estas observaciones son previas a la firma del compromiso del 20%, que se realiza en 2015.

El siguiente dato disponible es de 2013, donde se encuentra que el financiamiento a la educación como proporción del PIB cayó a la mitad del valor que mostraba en 2010, un magro 9.6%. Esto se debe a una fuerte expansión del gasto público entre esos años, que la partida correspondiente a educación no acompañó en igual proporción – a pesar de crecer en términos absolutos. Entre 2013 y 2015 el indicador aumenta, llegando a 12.29%, que será el máximo valor de la última década, muy lejos de la meta comprometida (20%) pero también de los valores alcanzados una década y media antes. Tras ese pico en 2015, la asignación a educación del gasto público decreció, levemente primero, y más fuerte durante la pandemia. En 2021, el indicador mostró un valor de 9.64% del gasto total.

Paraguay es uno de los 8 países de la región que informó en GRALE qué porcentaje de su gasto educativo estuvo dedicado a educación a personas jóvenes y adultas. Invirtió el 3.7% de su gasto educativo, según GRALE V (2022). Resulta de la mayor relevancia contar con estos datos de forma completa y por fuentes oficiales para futuras actualizaciones.

El Esfuerzo Financiero Público en educación se mide a través de dos indicadores:  a) comparación del gasto público en educación con el Producto Interno Bruto (PIB) de cada país; y b) comparación del gasto público en educación con el presupuesto total de cada país.

El primer indicador (gasto público en educación/PIB) estima la prioridad macroeconómica que tiene el Derecho Humano a la Educación en cada país, evaluando qué proporción de los recursos disponibles se está destinando a financiarlo frente a otros compromisos sociales. El valor de referencia adoptado es el 6% del PIB, establecido en el Marco de Acción para la Educación 2030 y ratificado por los Estados de América Latina y el Caribe en la Reunión Regional de Ministras/os de Educación de la región (Carta de Lima, 2014).

El segundo indicador (gasto público en educación/presupuesto público total) mide la prioridad política dada a la educación, al comparar los recursos destinados a garantizar ese derecho con el total de recursos empleados para cumplir todas las obligaciones del Estado. Respecto a este indicador, los Estados de la región acordaron, en dicha Reunión Ministerial de Lima, el compromiso en invertir en educación el 20% del presupuesto público total, valor que se toma como referencia.

En la última actualización de este Sistema de Monitoreo (2022), los datos de esos dos indicadores se obtuvieron de la base de datos del Instituto de Estadísticas de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UIS/UNESCO). En el caso de Cuba, el dato de gasto público total se tomó de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información de la República de Cuba (ONEI).

En 2022, por primera vez, se ha incluido en esta dimensión una variable asociada a la Educación de Personas Jóvenes y Adultas (EPJA). El instrumento que se utiliza para este indicador es la pregunta sobre porcentaje del gasto público en educación que se destina a la EPJA (gasto público en EPJA/gasto público total en educación), disponible en el Informe Mundial sobre el Aprendizaje y la Educación de Adultos  V (GRALE V, según sus siglas en inglés), publicado en el 2022. En este caso no se adoptan valores de referencia, ya que no hay acuerdos internacionales sobre el tema. Asimismo, no todos los Estados disponibilizan dicha información en las bases de datos internacionales.

ALC: Gasto público en educación como % del PIB

Gasto público en educación como % del PIB (por país)

  • Gasto público en educación

  • /

  • PIB

Fuente: Instituto de Estadísticas de UNESCO (UIS).

Fecha de consulta: 3 de marzo de 2022.

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Datos en millones de dólares a precios corrientes. Fuente: Cálculo cruzado entre Estadísticas sobre Educación e Indicadores de Desarrollo Mundial – Banco Mundial.

Fecha de consulta: 3 de marzo de 2022.

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Datos en millones de dólares a precios corrientes. Fuente: Banco Mundial – Indicadores de Desarrollo Mundial.

Fecha de consulta: 3 de marzo de 2022.

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ALC: Gasto público en educación como % del Gasto Total

Gasto público en educación como % del Gasto Total (por país)

  • Gasto público en educación

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  • Gasto público total

Fuente: Instituto de Estadísticas de UNESCO (UIS).

Fecha de consulta: 4 de marzo de 2022.

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Datos en millones de dólares a precios corrientes. Fuente: Cálculo cruzado entre Estadísticas sobre Educación e Indicadores de Desarrollo Mundial – Banco Mundial.

Fecha de consulta: 3 de marzo de 2022.

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Fuente: Cálculo propio en función de las variables «Gasto público en educación como % del Gasto Total» y «Gasto público en educación».

Fecha de consulta: 4 de marzo de 2022.

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ALC: gasto público en EPJA como % del gasto total en educación

Gasto público en EPJA como % del gasto total en educación (por país)

  • Gasto público total en EPJA (por país)

  • /

  • Gasto público en educación

Fuente: Grale V (2022).

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Datos en millones de dólares a precios corrientes. Fuente: Cálculo cruzado entre Estadísticas sobre Educación e Indicadores de Desarrollo Mundial – Banco Mundial.

Fecha de consulta: 3 de marzo de 2022.

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Dimensión de disponibilidad de recursos

Los datos disponibles para Paraguay respecto de la inversión en educación por persona en edad escolar carecen de continuidad, teniendo apenas la mitad del período con observaciones publicadas. Los datos cubren de 2000 a 2004, 2007, de 2010 a 2012 y 2016. Con esta información disponible, lo que se puede notar es un comportamiento en forma de U en materia de disponibilidad de recursos. De un valor inicial de 824.8 dólares en 2000 se pasó a 589.2 dólares en 2004, un descenso del 29% en pocos años. Ese sería el valor mínimo, que aumentó en la observación de 2007 a 608.8 dólares, tendencia que continuó entre 2010 y 2012, año que llegó a 962.2 dólares por persona en edad escolar. En 2016, este valor se había incrementado a 1,094.65 dólares, una disponibilidad que casi duplica su piso mínimo de 2004. Aun así, se trata de una inversión muy reducida en comparación a los valores de referencia de la OCDE: apenas alcanza al 15% de tal parámetro.

Respecto de la disponibilidad de recursos para la educación de personas jóvenes y adultas, Paraguay es de los únicos 5 países de la región que presentó datos ante GRALE. Concretamente, Paraguay destinó 30 dólares por persona joven o adulta según lo consignado en GRALE V (2022). Resulta un porcentaje ínfimo de la disponibilidad de recursos por estudiante en edad escolar, lo cual impacta en la equidad en el acceso (que pasa depender de recursos de los hogares u otras fuentes). Resulta de la mayor relevancia contar con estos datos de forma completa y por fuentes oficiales para futuras actualizaciones.

La dimensión de la Disponibilidad de Recursos se centra en observar los recursos públicos disponibles para cada persona en edad escolar. Es una medida per cápita del presupuesto educativo disponible, teniendo en cuenta no solamente a quienes se encuentran en la escuela, sino también a aquellas personas que aún no han sido incorporadas al sistema educativo.

Las informaciones de esta dimensión se presentan en dólares PPP a precios constantes de 2017, y resultan de un cálculo cruzado entre el Gasto en Educación calculado a partir del PIB (Banco Mundial – Indicadores de Desarrollo Mundial) y la distribución porcentual del gasto educativo por los niveles preprimaria, primaria y secundaria, según datos del Instituto de Estadísticas de UNESCO, y dividiéndose posteriormente este valor por la población en edad escolar, según datos también del UIS/UNESCO.

El valor considerado como referencia para este indicador en América Latina y Caribe es de US$ 7,469.63, tomado como el promedio de este indicador para la mitad de los países de menores ingresos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en el año 2018 (medición en dólares PPP constantes).

En la actualización de 2022 se incorporó un indicador sobre EPJA a la dimensión de Disponibilidad de Recursos. Para ello, se tomó específicamente el cálculo del Esfuerzo Financiero en EPJA – obtenido en la dimensión Esfuerzo Financiero Público –, valorizada en dólares y dividida entre la población joven y adulta que efectivamente asistió al sistema educativo formal de educación básica. Este indicador puede interpretarse como la inversión del Estado en educación por persona adulta que se educó en el último año en el sistema formal obligatorio. Vale resaltar que, si bien esta aproximación sobreestima la inversión pública por persona – porque contabiliza la inversión en EPJA en todas sus formas y la divide solo por la parte vinculada a la educación formal –, ella ofrece una estimación puntual de utilidad. Tal como ocurrió con la dimensión de esfuerzo financiero, aquí los datos escasean, debido a la baja tasa de respuesta de los países al Informe GRALE.

ALC: Disponibilidad de recursos por persona en edad escolar

Disponibilidad de recursos por persona en edad escolar (por país)

  • Gasto público anual en pre-primaria, primaria y secundaria

  • /

  • Población en edad escolar (pre-primaria, primaria y secundaria)

Datos en dólares PPP a precios constantes de 2017. Fuente: Cálculo propio en función de los datos de «Gasto público anual en pre-primaria, primaria y secundaria» y «Población en edad escolar (pre-primaria, primaria y secundaria)».

Fecha de consulta: 10 de marzo de 2022.

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Datos en millones de dólares PPP a precios constantes de 2017. Fuente: Instituto de Estadísticas de UNESCO.

Fecha de consulta: 10 de marzo de 2022.

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Fuente: Instituto de Estadísticas de UNESCO.

Fecha de consulta: 10 de marzo de 2022.

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ALC: Gasto público en EPJA por persona adulta en el sistema educativo formal

  • Gasto total en EPJA

  • /

  • Población joven y adulta que asiste a la educación formal

Dimensión de equidad en el acceso escolar

Los datos provistos por Paraguay sobre equidad por ingresos en el acceso escolar en educación secundaria están completos desde 2001 en adelante. Durante este período, se logró reducir sustancialmente la brecha de acceso entre quintiles, pasando de una brecha de 27% en 2001 a 10.1% en 2020. Vale resaltar que, a lo largo de este período, aumentó el acceso de ambos quintiles (el más pobre y el más rico), pero el más pobre lo hizo en mayor medida – se pasó de apenas 49.1% de acceso en 2001 a 75.1% en 2020. El quintil 5 (más rico), por su parte, pasó de 76.1% a 85.2% en esos mismos años. El momento de mayor asistencia de este quintil fue en 2015, con 87.9%.

Si bien la tendencia a mayor acceso es bastante estable en el tiempo, se pueden reconocer dos grandes etapas. La primera va de 2001 a 2008, en donde ambos quintiles elevan su acceso a una velocidad similar, lo que hace que aumenten ambos indicadores, pero mantengan su brecha relativa. De 2008 en adelante, incluyendo el año de pandemia (2020), si bien ambos quintiles elevan su acceso, el más pobre lo hace con mucha mayor intensidad: se incrementa 4 veces más que el quintil más rico (19.3% el primero y 3.6% el segundo). Las reducciones en la brecha se concentran en la última década.

Respecto a la equidad por ingresos en la EPJA, Paraguay muestra una brecha de 26.9% puntos entre quintiles en 2020, dos veces y media la brecha de personas en edad escolar del mismo país, aunque un valor menor al promedio regional. El 41.8% de las personas de 19 a 24 años del quintil más rico asistían a instituciones educativas –valor por debajo de la media regional-, mientras que solo el 14.9% de las personas del quintil más pobre lo hacían –por debajo de la media regional.

Con respecto a la equidad de género en el acceso escolar en educación secundaria, Paraguay ha disminuido el indicador de esta dimensión en un 1,3%. Sin embargo, su situación sigue siendo buena. Para el año 2020, asistían a la escuela 98,6 niñas y adolescentes mujeres por cada 100 niños.

El acceso a la educación debe ser igual para todas las personas, independientemente de su clase social o nivel de ingresos. La dimensión Equidad en el Acceso Escolar mide, a cada año, los niveles de desigualdad en la asistencia escolar de las y los estudiantes a partir de tres indicadores.

El primer indicador mide la Desigualdad de Asistencia Escolar entre quintiles, es decir, entre niños, niñas, asdolescentes y jóvenes de 13 a 19 años de la quinta parte más rica (quintil 5) y la quinta parte con menos ingresos (quintil 1) de la población en cada país. La información de asistencia escolar por rango de edad, zona y quintiles de ingreso se obtuvo de la base de datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Para este indicador, se consideró al total de la población, y no sólo a la población urbana, pues si lo que se está queriendo medir es inequidad, no considerar a la población rural (que, en general, se encuentra en una situación más vulnerable que la población urbana) sería subestimar el problema. Como dato de referencia se asume una brecha cero, es decir, se espera que no haya diferencia entre las tasas de asistencia escolar entre estudiantes con distintos niveles de ingreso.

En el año 2022 se incoporaron por primera vez al sistema de monitoreo de CLADE dos nuevos indicadores: Desigualdad en asistencia escolar de personas jóvenes y adultas y Desigualdad de género en asistencia escolar. El primer indicador compara la asistencia escolar del quintil más rico (quintil 5) en relación al quintil más pobre (quintil 1), teniendo en cuenta a las personas jóvenes y adultas de 19 a 24 años. La base de datos utilizada para calcular el indicador es la misma de la CEPAL que se ha mencionado y el dato de referencia también es una brecha cero. Finalmente el indicador de equidad de género mide a la cantidad de mujeres por cada 100 varones entre 13 y 19 años que se encontraba asistiendo a clases en algún establecimiento de enseñanza formal. Según los estándares internacionales se considera que la asistencia escolar es equitativa en términos de género cuando la cantidad de niñas y adolescentes mujeres por cada 100 niños y adolescentes varones está entre 97 y 103 (UNICEF, 2020).

ALC: Desigualdad en asistencia escolar entre quintiles

Desigualdad en asistencia escolar entre quintiles (por país)

La primera columna (quintil 5) se refiere a la quinta parte más rica de la población analizada, y la segunda (quintil 1) corresponde al 20% con menos ingresos de la población analizada.

Fuente: CEPAL. Fecha de consulta: 15 de marzo de 2022.

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ALC: Desigualdad en asistencia escolar de personas jóvenes y adultas entre quintiles

Desigualdad en asistencia escolar de personas jóvenes y adultas entre quintiles (por país)

Porcentaje de población entre 19 y 24 años que asiste a la escuela, según quintil de ingresos (quintil 5 más rico, y quintil 1 más pobre).

Fuente: CEPAL. Fecha de consulta: 4 de septiembre de 2022.

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ALC: Desigualdad de género en el acceso escolar

Desigualdad de género en la asistencia escolar (por país)

Se refiere a la cantidad de mujeres por cada 100 varones entre 13 y 19 años que se encontraba asistiendo a clases en algún establecimiento de enseñanza formal. Fuente: Construcción propia en base a CEPAL. Fecha de consulta: 18 de marzo de 2022.

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