Según el Reporte Mundial de Desigualdad 2021, América Latina y el Caribe es la región más desigual del mundo en el reparto de la riqueza (stocks acumulados de bienes), y la tercera más desigual en relación a los ingresos (flujos de fondos disponibles). Idealmente, no deberían existir diferencias de ningún tipo para la asistencia escolar entre franjas de la población con distintos niveles de ingreso. Sin embargo, de acuerdo a los datos de la CEPAL que se recogen en este Sistema de Monitoreo, hay diferencias significativas entre las tasas de asistencia escolar del quintil 5(el 20% de la población con mayores ingresos) y del quintil 1 (el 20% de la población, con menores ingresos).

Para esta dimensión, el primer indicador toma como base de comparación la población total* en el grupo de 13 a 19 años de edad, que corresponde a estudiantes que acuden a la educación secundaria porque esta es la etapa educativa con las mayores desigualdades en el acceso educativo de la región. Evaluando los valores del trienio más reciente con datos diponibles (2018-2020), el promedio de asistencia del quintil de mayores ingresos fue del 85.99%, mientras que en el quintil de menores ingresos fue de 73.91%. Se trata de una diferencia de más de 12 puntos porcentuales, que desfavorece a la población de menores ingresos.

El segundo indicador mira la asistencia de personas jóvenes y adultas por quintiles y revela que las brechas entre quintiles son muy superiores a las observadas para la población en edad escolar. Con datos del trienio 2018-2020, el promedio de asistencia del quintil de mayores ingresos fue del 52.4% entre personas de 19 y 24 años, mientras que en el quintil de menores ingresos fue de 21.9% – una diferencia de más de 30 puntos porcentuales desfavorables a la población de menores ingresos. Esta diferencia es el triplo de la brecha observada en la población en edad escolar, de modo que la equidad en la EPJA está severamente comprometida en la región.

Finalmente, en relación con la igualdad de género, UNICEF considera que la asistencia escolar es equitativa cuando la cantidad de niñas y adolescentes mujeres por cada 100 niños y adolescentes varones está entre 97 y 103. Los datos de la región muestran una mejora en el valor del indicador desde el año 2000, con una asistencia de 96.4 niñas y adolescentes mujeres por cada 100 niños y adolescentes varones, hasta alcanzar 99.8 niñas por cada 100 niños en 2020.

En general, no hay diferencias entre los países. Perú, Argentina y República Dominicana fueron los Estados que presentaron una mejor situación en 2020, con 108.7; 102.8 y 101.3 niñas por cada 100 niños, respectivamente. Los países con peor desempeño en 2020 y los únicos con valores por debajo de 100 fueron Colombia, Brasil y Chile con 94; 96.3 y 97.2 niñas por cada 100 niños, respectivamente. Se presume que Guatemala, Nicaragua y Bolivia también están en una situación de desventaja para las niñas, pero los últimos datos publicados de estos países son 88.9 (en 2014); 92.8 (en 2014) y 95.3 (en 2019) niñas por cada 100 niños, respectivamente.

Considerando el desempeño punta a punta, es decir observando sólo los datos del primer y el último año disponible, nueve países empeoraron su situación en términos de equidad de género en la asistencia escolar en la secundaria: Nicaragua (disminuyó un 17,4% la cantidad de niñas por cada 100 niños); Honduras (-8.3%); Uruguay (-7.5%); Colombia (-4.1%); Costa Rica (-3.6%); Paraguay (-1.3%); República Dominicana (-1.1%); Panamá (-0.3%) y Brasil (-0.1%) – lo que alerta para la necesidad de seguir monitoreando de cerca este indicador.

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*En el caso argentino se tomó solamente la población urbana, por no se disponer de datos sobre zonas rurales.